Días atrás, el Colegio Farmacéutico de Neuquén lanzó un aviso a la población, dando cuenta del estado de alarma en el que se encuentra el sector “por falta de entrega de medicamentos por parte de droguerías y laboratorios”.
En Cutral Co y Plaza Huincul, las farmacias también están inmersas en un panorama complejo, en el que los efectos de la inflación y los faltantes en el stock se volvieron una constante.
“Lamentamos informarles que la cadena de abastecimiento de medicamentos a las farmacias se ha visto afectada debido a restricciones y, en algunos casos, suspensiones en la entrega por parte de las droguerías proveedoras. Este escenario conlleva un impacto social significativo, ya que dificulta a las farmacias la provisión adecuada de medicamentos para sus clientes, obstaculizando su función primordial de garantizar el cumplimiento de tratamientos esenciales”, reza el comunicado firmado por Viviana Quesada, presidenta del Colegio Farmacéutico de la Provincia de Neuquén.
El telón de fondo de esta situación es la falta de acuerdo en los últimos días, entre el gobierno nacional y las cámaras que agrupan a los representantes de la industria farmacéutica, para retrotraer los aumentos que se dieron luego del 31 de octubre, al terminar el congelamiento sobre los precios que estaba en vigencia desde agosto.
Las empresas piden el acceso a dólares para pagar los insumos que vienen desde el exterior, y que se ajuste el precio de los remedios de Pami, que registraría un atraso superior al 80 por ciento. Mientras, los remedios ya registraron en noviembre dos aumentos, que elevó sus precios en casi el 30 por ciento.
Las farmacias de la comarca también están en este escenario complejo. Javier González, farmacéutico y dueño de Amuyén, señaló que “tenemos varios problemas: uno es el faltante de stock por la falta de insumos, provocado por la falta de dólares. Aunque nuestro mayor problemas es la inflación, porque se come todo; las obras sociales están trabajando bien, pero los tiempos son largos, y nosotros (las farmacias) somos los que estamos en el medio y bancamos todo”.
El profesional contó que aunque las obras sociales están trabajando bien con el sector, la inflación desdibuja los costos y las ganancias: por dar un ejemplo, contó que la facturación que se presentará a fines de noviembre, se cobrará a fines de enero de 2024, con los precios de octubre. “De esta manera, no podemos capitalizarnos. Tenemos que apoyarnos en la venta de cosmética y otros accesorios, para poder sostener el negocio”, explicó.
Respecto del faltante de medicamentos, contó que la situación actual muestra una baja importante en el stock. Graficó que para los medicamentos de enfermedades como diabetes o hipertensión -por mencionar algunas- reciben a diario los medicamentos que vienen desde las droguerías de Neuquén, pero no los necesarios para cubrir la demanda: “estamos recibiendo la mitad o menos de lo que pedimos”.
Por su parte, el comunicado de la entidad neuquina agregó que “lamentamos informarles que la cadena de abastecimiento de medicamentos a las farmacias se ha visto afectada debido a restricciones y, en algunos casos, suspensiones en la entrega por parte de las droguerías proveedoras. Este escenario conlleva un impacto social significativo, ya que dificulta a las farmacias la provisión adecuada de medicamentos para sus clientes, obstaculizando su función primordial de garantizar el cumplimiento de tratamientos esenciales”.
En el documento se señaló que “este período de incertidumbre electoral está afectando a diversos sectores, siendo el sector de la salud uno de los más sensibles”.
Por su parte, González enfatizó que el rubro en el que trabaja demanda una especial sensibilidad social: “hacemos todo lo posible para que a la gente no le falte su medicación, estamos hablando de la salud… nosotros no podemos bajar la persiana y esperar que todo se arregle”, sintetizó.