Después de una serie de pruebas que se realizaron entre el martes y miércoles, la compañía informó que logró controlar de forma definitiva el pozo LLLO-X2.
De ahora en más, se mantendrán las medidas de seguridad en la locación mientras se retira el equipamiento presente en el campo.
La compañía indicó que a través de un operativo especial, que implicó el uso de una grúa de gran porte, se instaló un cabezal de control de 15 toneladas de peso que permitió contener la presión y asegurar las instalaciones, para proceder luego al ahogo y la cementación del pozo.
El operativo fue realizado en conjunto por la contratista estadounidense Wild Well Control y especialistas de YPF. Su planificación llevó varios días de trabajo. Casi 300 personas y más de 100 vehículos y equipos especiales se destinaron a la contención de la fuga.
Desde el inicio del incidente, se mantienen monitoreos permanentes de suelo, aire y agua en distintos puntos de referencia en toda la zona. Todos los resultados arrojaron parámetros normales y fueron comunicados a las autoridades de aplicación.