Se trata de Franco San Martín y Roque Chandía. Los dos entraron en una casa de Plaza Huincul y se llevaron dinero en efectivo y documentación. Pero la familia volvió mientras estaban cometiendo el robo.
Lejos de asustarse, el matrimonio y la hija forcejearon con los delincuentes. Estos últimos estaban armados y mediante amenazas consiguieron escapar. Se montó un operativo que los dejó encerrados en el zanjón colector, a la altura del Parque Perito Moreno. Todo el robo ocurrió el pasado 29 de julio, cerca de las 16.20.
Ayer finalizó el juicio que se le siguió desde la Fiscalía a cargo de Gastón Liotard. Se los acusó a ambos del delito de robo calificado por el uso de arma de fuego en carácter de coautores. El testimonio de las víctimas, de los efectivos policiales, el secuestro del arma y fotografías de lo ocurrido fueron pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad de los acusados.
La determinación de la pena está prevista para el próximo 13 de abril.