QEPD
Un año y dos meses ya pasaron,
desde que te fuiste, sin decir adiós.
Tu partida nos dejó un vacío,
un dolor que aún no se apaga.
En el cielo, encontrarás la paz,
y aunque ya no estés con nosotros,
tu recuerdo vive en nuestros corazones.
Tu sonrisa, tu risa, tu forma de ser,
siguen siendo un recuerdo hermoso.
Miguel Ángel, te recordamos,
y te deseamos un feliz descanso.
Donde estés, sabes que eres amado,
y que tu memoria seguirá viva.








