La historia de Alison Calfunao, una mujer neuquina de 30 años, puso en alerta a la comunidad médica y social de la provincia. Hace unas semanas, Alison ingresó a la Clínica San Lucas para una intervención rutinaria de ligadura de trompas que terminó en una cadena de complicaciones que casi le cuesta la vida.
Según confirmaron sus familiares, durante la operación Alison sufrió dos paros cardíacos que derivaron en su traslado urgente a distintos centros de salud, hasta que finalmente fue derivada en avión sanitario al Hospital Italiano de Buenos Aires, donde recibió un trasplante de corazón. La gravedad de su cuadro no terminó allí: una complicación obligó a la amputación de su pierna izquierda.
Lo más preocupante para la familia no es solo la serie de eventos médicos adversos, sino la falta total de comunicación y respuestas por parte de la Clínica San Lucas desde el momento en que Alison ingresó al quirófano, el 9 de junio. “No tuvimos ningún tipo de contacto institucional, ningún parte médico oficial”, denuncian.
En ese contexto, los familiares convocaron a una marcha para el jueves 10 de julio a las 17:00, que partirá desde el barrio Unión de Mayo hacia la Clínica San Lucas, con el lema “Justicia para Alison Calfunao”. La movilización busca visibilizar el caso y exigir que no quede impune lo ocurrido, apelando a la responsabilidad institucional y la transparencia en el accionar sanitario.
“No queremos que a ninguna otra persona le arruinen la vida como le arruinaron a Alison”, expresan sus allegados, que denuncian no solo el daño físico y emocional, sino también el abandono institucional.
