En abril de 2025, una familia tipo en la ciudad de Neuquén necesitó $1.376.331 para no ser considerada pobre. Así lo indica el último informe difundido por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), que advierte sobre la persistente escalada de precios en alimentos y servicios esenciales.
El valor corresponde al costo de la Canasta Básica Total (CBT), que incluye bienes y servicios indispensables como alimentos, transporte, salud, educación y vestimenta. El monto refleja un aumento del 8,04% respecto a marzo, es decir, $102.443 más en apenas un mes.
En paralelo, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) , que define el umbral de la indigencia, trepó a $603.654, también con una suba del 8,04%, equivalente a $44.931 más que en el mes anterior. Según el informe, el 58% de los productos que integran la CBA registraron incrementos, lo que evidencia una presión constante sobre el bolsillo de las familias neuquinas.
“Los alimentos siguen siendo el motor de la inflación en los sectores más vulnerables”, señaló Mercedes Lamarca, directora del ISEPCi en Neuquén. “Lo preocupante es que muchas familias trabajadoras ya no alcanzan a cubrir siquiera la canasta alimentaria”, advirtió.
La pobreza en cifras: un diagnóstico social urgente
Estos valores son claves para medir el acceso mínimo a una vida digna. La CBT marca el umbral de la pobreza: cualquier familia cuyos ingresos estén por debajo de ese monto es considerada pobre. La CBA, en tanto, establece la línea de indigencia, que define si los ingresos alcanzan o no para una alimentación básica.
El informe elaborado por el ISEPCi se basa en el relevamiento mensual de precios en comercios barriales de diferentes zonas de la ciudad de Neuquén. El relevamiento forma parte del Índice Barrial de Precios, una herramienta que desde hace años permite seguir la evolución del costo de vida en los sectores populares.
En un contexto nacional donde la inflación interanual ronda el 270% según datos oficiales, los indicadores regionales ratifican una tendencia que se agrava: la canasta básica sube a un ritmo superior al de los ingresos reales, profundizando la desigualdad social.








