Las rutas petroleras del norte neuquino vuelven a estar en el centro de la preocupación pública. Con más de 60 accidentes viales registrados en lo que va del año, muchos de ellos fatales, el Gobierno de la provincia de Neuquén activó una serie de medidas urgentes para frenar la creciente siniestralidad en los accesos al yacimiento Vaca Muerta.
El detonante más reciente fue el trágico accidente ocurrido en Ruta 7 y Picada 16, donde fallecieron dos trabajadores estatales que se dirigían a un acto oficial. Este hecho reactivó un plan que ya había sido consensuado en junio con gremios como la UOCRA y el Sindicato de Petróleo y Gas Privado, y que ahora comenzará a ejecutarse con más decisión.
Entre las medidas más inmediatas se destaca la restricción horaria al tránsito pesado en las rutas 7, 17 y 67, de 7:00 a 10:00 y de 18:00 a 21:00, con el objetivo de evitar los adelantamientos peligrosos en los horarios de mayor circulación. Esta decisión había generado resistencias en el sector empresarial, pero será aplicada de manera definitiva ante la urgencia de reducir las muertes.
Además, se intensificarán los controles viales con operativos cada 10 kilómetros y presencia policial, sumados a operativos sorpresa, reducción de velocidad y circulación restringida en zonas críticas.
También se iniciaron obras de señalización con pintura reflectiva, instalación de cartelería LED, semáforos reprogramados, reductores de velocidad y eliminación de giros peligrosos, particularmente en la Ruta 7 entre San Patricio del Chañar y Añelo, uno de los tramos más peligrosos según datos del sistema SIGIVI y la Policía.
Como parte del plan a mediano plazo, se prevé la reparación de rotondas, el bacheo en sectores deteriorados, la instalación de radares inteligentes y la implementación de monitoreo en tiempo real. También se proyecta coordinar con la provincia de Río Negro para unificar normativas viales, especialmente en tramos compartidos como la Ruta 151.
En el largo plazo, el gobierno planifica la construcción de baipases, como el que se ejecuta actualmente en el ingreso a Añelo, y una reorganización integral del tránsito, con sanciones más severas a infractores y campañas de reeducación vial.
Luciana Ortiz Luna, secretaria de Gestión de Riesgo, reconoció que se trata de “medidas antipáticas” pero necesarias. “El exceso de velocidad y la presión logística son una combinación mortal. No se puede seguir perdiendo vidas en las rutas”, remarcó.
Desde los gremios, también se había advertido sobre la necesidad de actuar. “Hay que diagramar los horarios y regular el tránsito de camiones”, expresó Juan Carlos Levi, secretario adjunto de la UOCRA en Añelo, tras la muerte de un obrero en una combi.
Mientras la producción no se detiene y la infraestructura vial sigue sin estar a la altura del desarrollo de Vaca Muerta, el Gobierno avanza, aunque tarde, en medidas que buscan salvar vidas en los caminos más peligrosos de la provincia.








