Instalarán una nueva bomba de agua potable en la Comarca Petrolera

El equipamiento, que será montado en la planta potabilizadora Buena Esperanza

Cutral Co y Plaza Huincul contarán con un nuevo equipo de bombeo que permitirá optimizar el abastecimiento de agua potable en ambas ciudades. La iniciativa es fruto del trabajo articulado entre el Gobierno de la provincia de Neuquén, los municipios locales y el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS).

Durante un acto encabezado por el gobernador Rolando Figueroa, se presentó el motor que será instalado en el sistema de captación sobre el río Neuquén, con el objetivo de reforzar la producción y mejorar la previsibilidad del servicio, especialmente de cara a la temporada estival.

El equipamiento, que será montado en la planta potabilizadora Buena Esperanza, tiene un peso total de 10.000 kilos y una potencia de 1.200 HP. Permitirá restituir la operatividad completa del sistema, con tres bombas en el muelle de captación: dos en funcionamiento y una como respaldo ante contingencias.

“El Estado debe estar presente, es la misma concepción que compartimos con los intendentes de Cutral Co y Plaza Huincul. Siempre hay que ir mejorando los servicios públicos”, afirmó el gobernador.

En el acto también estuvieron presentes los intendentes Ramón Rioseco y Claudio Larraza; los ministros Guillermo Koenig (Economía, Producción e Industria) y Jorge Tobares (Gobierno); y el presidente del EPAS, Gustavo Hernández.

El motor fue adquirido con fondos aportados por los municipios —por un valor superior a los 200 millones de pesos—, mientras que EPAS invirtió más de 250 millones de pesos para su reparación. La instalación, que se ejecutará en etapas, requiere maquinaria especializada debido a la complejidad de la maniobra.

Larraza celebró la incorporación de esta tercera bomba como “un refuerzo clave para minimizar el riesgo” y destacó el esfuerzo de todo el personal técnico que durante años sostuvo el sistema con solo una o dos bombas activas para abastecer a los 90.000 habitantes de la comarca.

Por su parte, Rioseco subrayó la importancia de poner en valor el esfuerzo que demanda llevar agua potable a las ciudades: “Es un recurso escaso, muy difícil, y requiere mucho compromiso. De esto se trata, del Estado presente”.

Desde el EPAS se detalló que la nueva bomba de diez metros de altura impulsará el agua por un acueducto de dos kilómetros que conecta con la planta potabilizadora, superando un desnivel de 190 metros. El servicio para la comarca es uno de los más complejos y costosos que sostiene el organismo, que además opera el sistema alternativo de Barreales.

“Hace muchos años que no contábamos con las tres bombas en funcionamiento. Este es un paso importante para garantizar el abastecimiento y la calidad del servicio”, concluyó Hernández.