La localidad de Añelo vivió una jornada de alta tensión desde la mañana del viernes 18 de julio debido a un enjambre sísmico compuesto por cuatro movimientos telúricos, que causaron alarma en la población. El más fuerte ocurrió el sábado 19 por la noche, con una magnitud de 3.4 en la escala Richter y una profundidad de 6 kilómetros.
Los sismos fueron sentidos con claridad por los vecinos, quienes reportaron vibraciones que duraron alrededor de cinco segundos, agrietamiento de paredes, caída de objetos y movimientos oscilantes en sus viviendas. Las sirenas de los bomberos se activaron y muchas personas salieron a las calles buscando resguardo.
Estos eventos se registran en un contexto de actividad intensa de fractura hidráulica (fracking) en la formación Vaca Muerta, donde el equipo encargado está operando en seis pozos del área Loma Campana, administrados por YPF SA y Chevron Argentina SRL. Los pozos, promocionados por YPF como récords en extensión horizontal, se encuentran localizados en un mismo pad muy cercano a la localidad.
La provincia de Neuquén ha registrado este año un total de 62 sismos, de los cuales 50 estarían vinculados a la actividad de fracking, según datos del Observatorio de Sismicidad Inducida (OSI). En las últimas semanas, la frecuencia de estos eventos ha aumentado significativamente.
Además, en la madrugada del domingo 20 de julio, se detectó un nuevo sismo de magnitud 2.5 a 6 kilómetros de profundidad en la zona cercana a Rincón de los Sauces, otro punto donde se realizan tareas de fractura hidráulica.
Desde el OSI se solicita a la Subsecretaría de Hidrocarburos la inmediata suspensión de las actividades de fractura en los pozos afectados para evaluar el impacto sísmico y se exige un marco legal que regule esta actividad para proteger a las comunidades y la infraestructura crítica.
El observatorio ha elevado la alerta sísmica a nivel rojo, y advierte que, de aprobarse la propuesta de ley que presentaron a la legislatura provincial, los pozos involucrados no deberían haber sido habilitados por su proximidad a zonas urbanas.
Ante la elevada sismicidad y las limitaciones para monitorear de manera permanente, el OSI anticipó que sus reportes serán semanales o puntuales en caso de eventos relevantes.
