El 8 de enero de este año, una niña de cuatro años fue atacada por un perro de raza dogo argentino que le provocó lesiones en la cara. Había ido junto a su madre a comprar a un comercio en el barrio Progreso de Cutral Co.
El ataque fue judicializado y se conoció el resultado de las actuaciones. Se indicó que la jueza de Garantías Alina Macedo Font otorgó una suspensión de juicio a prueba por el plazo de un año a la mujer que tenía el perro dogo.
Se recordó que la víctima, acompañada por su madre, ingresó al comercio aproximadamente a las 23 y desde una puerta que conecta con el domicilio de la propietaria ingresó el animal y atacó a la menor, mordiendo su rostro y cuerpo.
De acuerdo a la acusación, la vecina fue imputada por lesiones graves culposas, y tuvo un actuar imprudente, violando los deberes de cuidado, al tener un perro de raza peligrosa en un lugar de acceso público sin los recaudos de seguridad.
La magistrada estableció, además de la suspensión del proceso a prueba, una serie de normas de conducta, una reparación simbólica de 10 mil pesos que será donada a una institución de bien público y un control bimestral de la dirección de Zoonosis municipal, que fue solicitado por la madre de la víctima.
Las lesiones sufridas:
La nena había sufrido severas heridas en la cabeza que demandó una intervención quirúrgica de unas tres horas. Al hospital arribó luego del ataque que se produjo en el interior del local comercial.
En Cutral Co existe y está en vigencia la ordenanza municipal que estipula las condiciones que deben cumplir aquellas personas que tienen los perros considerados agresores.
Este mismo verano hubo otra agresión que sufrieron dos adultas mayores en el patio de su propia vivienda con una mascota de este tipo.








