Desde octubre del año pasado, en el jardín de infantes 3 del barrio Otaño utilizan tablets para educar.
Es un proyecto que pedagógicamente se inició este año, aunque los equipos fueron entregados por el gobierno provincial a fines del año pasado. Hasta ahora el balance es muy positivo.
Son tabletas que solamente tienen contenido adaptado para los niños y niñas de 3 a 5 años que están en el jardín. Cada semana dos o tres salas las usan para áreas como matemáticas, ciencias naturales y lengua.
“El otro día trabajamos con textos literarios, les mostramos los libros de la biblioteca y los digitales“, explicó Viviana Reyes, encargada del programa en el turno mañana. Con su par del turno tarde colaboran con las seños de cada sala para organizar el uso de los equipos. Así se explicaba hace uno año cómo iban a funcionar:
Contrariamente a lo que podría pensarse, los niños no las rompen y saben usarlas. “La mayoría ya conoce las pantallas táctiles por los teléfonos”, explica Viviana. Las seños planifican lo que quieren enseñar, si los números o usar los rompecabezas o los libros interactivos.
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Estudios aseguran que el uso de teléfonos inteligentes y tablets perjudica el desarrollo de los niños y niñas, pero aquí hay una muestra de que sólo se trata de una herramienta. Dependerá de los adultos si es beneficioso o no.