Una vecina de Cutral Co denunció públicamente una situación que, según afirma, se repite desde hace tiempo en una vivienda ubicada en calle Alem. Se trata de un perro de raza dogo que, debido a la altura de la reja, logra sacar la cabeza hacia la vereda, ladrar agresivamente y aparentar intentar morder a quienes pasan caminando.
“Si vas descuidado te puede lastimar o hacer algo muy grave. No es la primera vez que lo tienen así, tenés que correrte a la calle porque te encara feo y es de gran porte”, expresó la denunciante, quien remarcó el peligro especialmente para niños y peatones que transitan la zona.
La vecina indicó que se comunicó con el área de Zoonosis de la Municipalidad, pero le respondieron que no pueden intervenir y que debe realizar la denuncia correspondiente en la policía.
La situación genera malestar porque, según explicó, “parece que esperan que el perro muerda a alguien, porque si pasás desprevenido te encara de repente por arriba de la reja”.
La ordenanza municipal vigente establece claramente las obligaciones de los propietarios de canes. El Artículo 5 inciso d indica que los dueños deben poseer un cerco perimetral que impida que el animal acceda a la vía pública o a terrenos particulares. En caso de no contar con un cerco adecuado, el perro debe mantenerse atado o encerrado, con acceso a alimento, refugio y libertad de movimiento.
El mismo cuerpo normativo señala que los propietarios son responsables por los daños y molestias ocasionados por sus animales (inciso e) y que el incumplimiento es pasible de sanciones.
Los vecinos esperan una intervención preventiva para evitar un accidente y garantizar la seguridad de quienes circulan por el sector.








