Se cumplen 34 años del Himno que dio identidad a Neuquén

La mirada poética de dos de los mayores referentes de la canción patagónica: Marcelo Berbel y Osvaldo Arabarco.

El 13 de noviembre de 1991, la Legislatura neuquina sancionó la Ley Provincial Nº 1932, que convirtió al poema “Neuquén Trabún Mapu” en el Himno Oficial de la Provincia del Neuquén. Detrás de ese texto y su música hay una historia que combina política cultural, identidad mapuche y la mirada poética de dos de los mayores referentes de la canción patagónica: Marcelo Berbel y Osvaldo Arabarco.

El proceso para dotar a la provincia de un himno propio se había iniciado dos años antes. El 28 de febrero de 1989, el gobierno provincial abrió un concurso público para la creación de la canción que representara a Neuquén. El 23 de agosto de ese mismo año, el jurado dictaminó a favor de “Neuquén Trabún Mapu”, obra que unía la lírica mapuche con la sensibilidad patagónica, interpretada desde la guitarra criolla.

Sin embargo, al oficializarse, la Legislatura dispuso adaptar el ritmo a una versión marcial, suprimiendo la segunda estrofa para su utilización en actos protocolares. El texto fue promulgado el 13 de noviembre de 1991 y consagrado oficialmente ocho días después, el 21 de noviembre, en la sala de sesiones. La primera interpretación pública de la versión oficial se realizó el 29 de noviembre de 1991, a cargo de Los Hermanos Berbel, quienes ya eran símbolo de la canción regional.

Casi una década más tarde, en el año 2000, la Ley Provincial Nº 2335 corrigió aquel recorte. Restituyó la versión original, reincorporó la segunda estrofa y devolvió a la obra su carácter de canción para guitarra, con su estructura completa: cuatro estrofas, un estribillo y un tahiel (tayül), canto tradicional del pueblo mapuche. Desde entonces, en los actos oficiales se interpretan los dos primeros párrafos y el estribillo.

En la Casa Cultural “Lo de Berbel”, en Neuquén capital, se conservan fotografías, documentos y reconocimientos que reconstruyen esa historia. Entre ellos, una imagen en la que aparecen Aldo Mastice —diseñador del escudo y la bandera provincial—, Marcelo Berbel y Osvaldo Arabarco, tres nombres que confluyeron en la construcción simbólica de la identidad neuquina.

Treinta y cuatro años después, “Neuquén Trabún Mapu” sigue siendo más que un himno: es un puente entre la memoria cultural, la raíz mapuche y la vocación de una provincia que encontró en la palabra y la música su forma de decir quién es.