En un Congreso partidario que marcó un fuerte quiebre con el oficialismo nacional y provincial, el Partido Justicialista de Neuquén resolvió este fin de semana avanzar en la construcción de un frente electoral amplio con el objetivo de enfrentar, en las elecciones de octubre, las políticas del presidente Javier Milei y el gobernador Rolando Figueroa. La decisión fue tomada en Zapala y acompañada por una dura declaración política que se aprobó por unanimidad.
El documento, titulado “Neuquén puede más en una Patria Justa, Libre y Soberana”, expone un diagnóstico crítico del rumbo económico y político del Gobierno nacional y acusa a Figueroa de “acompañar y encubrir” las decisiones más lesivas del oficialismo libertario.
“En el peronismo de Neuquén no hay lugar para el mileísmo, ni para Figueroa y sus seguidores”, afirmó con contundencia el diputado nacional Pablo Todero al finalizar el encuentro.
Frente anti-Milei
La resolución central del Congreso justicialista fue otorgar mandato al Consejo Provincial del partido para tejer alianzas con fuerzas políticas, sociales y económicas que rechacen sin ambigüedades el rumbo del gobierno nacional. El objetivo: conformar un frente opositor que compita en las próximas elecciones legislativas nacionales.
La iniciativa fue leída como una respuesta directa a las reformas estructurales que impulsa Milei, laborales, previsionales y fiscales, y como una advertencia a los sectores del PJ que aún mantienen vínculos con el gobierno provincial.
El Congreso también decidió convocar a elecciones internas partidarias para marzo de 2026, prorrogando los mandatos actuales, en línea con la Carta Orgánica partidaria que habilita esta opción en años donde coinciden internas y elecciones nacionales.
Purga partidaria y ruptura con Figueroa
Una de las decisiones más resonantes fue la remoción automática de afiliados justicialistas que ocupan cargos en el gobierno de Figueroa. Además, se resolvió pedir a la justicia electoral la baja de aquellos que participaron en listas de otras fuerzas en las elecciones provinciales de abril de 2023.
En una frase cargada de tensión interna, el diputado provincial Darío Peralta celebró: “Ganó el peronismo neuquino y perdió Figueroa, que mandó a sus funcionarios a tratar de colonizar al justicialismo”.
Un diagnóstico demoledor
El documento aprobado contiene una evaluación severa de la situación económica: denuncia una transferencia de ingresos “a favor del capital concentrado”, una “caída estrepitosa del consumo” y “despidos masivos” tanto en el sector público como privado.
En el plano local, se cuestiona el “silencio cómplice” del gobernador frente al “regalo de las represas”, la represión a trabajadores, y el “desmantelamiento” de las políticas públicas de salud, educación y transporte.
La crítica alcanza incluso al rol de los legisladores nacionales aliados a Figueroa, a quienes se acusa de votar leyes clave para el oficialismo libertario, como el DNU 70/23 y la Ley Bases. “A Milei le está yendo bien, pero justamente por eso, al pueblo y al país le va cada vez peor”, sostiene el texto.
¿Unidad posible?
El Congreso dejó en claro que solo serán bienvenidos en el frente aquellos sectores sin vínculos con la gestión nacional o provincial. Se rechaza cualquier “doblez” o negociación con figuras que hayan “respaldado las políticas antipopulares del Gobierno de Milei o de Figueroa”.
En un contexto nacional marcado por la fragmentación de la oposición y el avance del oficialismo con apoyo de sectores disidentes, el peronismo neuquino busca marcar perfil y territorio.
El desafío ahora es tejer un frente sólido y competitivo en una provincia donde las alianzas son tan cambiantes como determinantes. Octubre será el escenario donde se pondrá a prueba si el PJ logra ser articulador de una nueva mayoría o si sus líneas internas vuelven a tensionar su estrategia.
