El proceso judicial por la muerte del joven Luciano Hernandorena a la salida de una fiesta clandestina está llegando a su final.
En la mañana de hoy se realizó la audiencia de determinación de la pena, ya que Gabriel Abarzúa fue encontrado culpable en el proceso anterior.
En su alegato final, el fiscal jefe Gastón Liotard pidió al tribunal una condena de 13 años y 6 meses de prisión, la querella representada por Omar Pérez planteó 15 años y la defensa particular de Abarzúa solicitó el mínimo de 8 años y seis meses.
Para determinar la pena se toman en cuenta atenuantes y agravantes para el delito que fue calificado como homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Por decisión unánime, se le impuso a Abarzúa una pena de 12 años y 10 meses. Lo resolvió el tribunal conformado por Vanessa Macedo Font; Florencia Martini y Richard Trincheri.

La jornada abrió con el testimonio de la mamá del joven asesinado, Leticia Gallardo. Y luego siguieron el hermano mayor, la novia, el amigo, un tío y el papá de los hermanos menores de Luciano. Son los testimonios que aportó desde la querella particular a cargo de Omar Pérez.
Las preguntas rondaron en torno a la vida previa de Luciano y su relación con su familia y amigos.

Después llegó el momento de los testigos aportados por la defensa particular de Abarzúa. La declaración más larga fue la de su madre, que relató ante los presentes cómo era su hijo antes de esa noche; donde trabajaba y cuál era su tarea con los caballos.
También especificó que no tuvo nunca problemas en la escuela primaria y cuando llegó a la secundaria -cursaba n el CPEM N° 20- abandonó porque no tenían telefonía celular para las clases virtuales en la pandemia.
Otros testimonios que se escucharon antes de los alegatos finales fueron los del dueño de caballos, quien conocía a Abarzúa por su tarea de vareo de los animales en el club hípico de Cutral Co; el propietario de otro caballo que entregaba el joven y en algunas oportunidades corría; un amigo y un compañero de trabajo en la empresa en la que se desempeñaba hasta que quedó detenido. Todos describieron cuál era el comportamiento del imputado.
El tribunal colegiado deliberó qué cantidad de años le corresponderá purgar a Abarzúa que es asistido por Melina Pozzer. Y acordaron una condena de 12 años y diez meses, que podrá ser apelada más adelante.









