El oficial Jairo Valenzuela fue acusado de homicidio agravado tras abatir a Jesús Morales luego de un robo con armas. La justicia comprobó que hubo disparos cruzados entre ambos.
Ayer al mediodía se realizó la audiencia donde el juez Raúl Aufranc dictó el sobreseimiento del efectivo policial, entendiendo que actuó bajo legítima defensa, luego de ser víctima de robo, seguido de los disparos de arma de fuego.
El pasado 18 de enero, el oficial Valenzuela regresaba a su hogar vestido como civil mientras hablaba por teléfono con su madre. En ese momento fue abordado por dos personas que lo encañonaron y le quitaron el celular. Mientras huían, Valenzuela sacó el arma de su mochila y los apuntó al grito de “alto, policía” pero su advertencia fue respondida con disparos de parte de los ladrones.
Tras una serie de disparos entrecruzados, Jesús Morales cayó al suelo y terminaría perdiendo la vida horas después en el hospital por un disparo en la cabeza.
De acuerdo a lo expuesto por el fiscal Gastón Liotard, se comprobó que Morales tenía restos de pólvora en las manos, acusando que utilizó un arma de fuego, pero además tenía entre sus pertenencias el teléfono de Valenzuela. Por otra parte, apuntó que hubo pericias en teléfonos y armas, junto a testimonios aportados que llevaron al fallo de ayer.
Durante el inicio del proceso, el uniformado fue obligado a cumplir con prisión domiciliaria como medida cautelar, pero luego de una revisión se dispuso que cumpla con presentaciones periódicas en una comisaría de Chos Malal. Ahora se encuentra libre y exento de una causa judicial, a menos que la sentencia de ayer sea impugnada.
En ese tiempo, existieron distintas movilizaciones en apoyo al policía Jairo Valenzuela, que también tuvo el acompañamiento de la fuerza.
