A partir de la prohibición de la venta del ají artesanal de Los Teros de Picún Leufú comenzó el debate. La dirección de Comercio y Bromatología explica por qué no se puede vender.
“Los productos comestibles elaborados de manera artesanal son considerados de alto riesgo”, explicó Adrián Orrego de la Dirección de Bromatología y Comercio ante la consulta formulada por alimentos y golosinas cuya venta ha sido prohibida en esta ciudad. La falta de información en los rótulos, la identificación del establecimiento que elabora, el número de registro y las fechas de elaboración y vencimiento son datos obligatorios a la hora de ofrecer un producto para la venta.
Alimentos artesanales fueron responsables de un caso de botulismo en Las Grutas, por ejemplo. Es deber del Estado controlar que los alimentos cumplan con las normas de higiene en su producción. “Hace años consumo ese ají, es sano, natural y riquísimo, aguanten Los Teros, dejen de joder, no dejan trabajar, nadie murió x consumir esos productos, encima en el estado que estamos siguen poniendo trabas!!!!”, comentó una lectora de Cutral Co al Instante al enterarse de la prohibición.
Lo cierto es que Los Teros comenzó como un emprendimiento pequeño y se transformó en algo más grande. Por ello deben cumplir con los controles a nivel provincial, ya que sólo gestionaron el permiso en Picún Leufú. El caso puntual de la pasta de ají picante perteneciente a Granja Los Teros, desde Bromatología se informó que es un producto que no posee registro de autorización de establecimiento como así tampoco de producto habilitado por un organismo contralor, esto es Bromatología de la provincia del Neuquén.
“Es responsabilidad de los comerciantes lo que ofrecen a sus clientes y es responsabilidad de Bromatología y Comercio controlar el estado y las características de los mismos” explicó Orrego y agregó “es por eso que se hacen controles permanentes a los distintos negocios de la ciudad y se capacita en manipulación de alimentos a quienes solicitan una licencia comercial”.
Haciendo referencia al comunicado enviado los últimos días, se destaca que en su mayoría los rótulos han sido falsificados, esto quiere decir que presentan números de registro que no existen o no se corresponden con el establecimiento productor. A esos productos debe agregarse pastillas de goma, merengues y heladitos marca Arco iris. El motivo es que poseen falsificación en sus registros, es decir que los rótulos no fueron emitidos por la Dirección de Bromatología Provincial.
El decomiso de la mercadería y la aplicación de una infracción son las sanciones que los comerciantes deben afrontar cuando se arriesgan a vender productos en situación irregular. Se insiste en la responsabilidad de los comerciantes de exponer para la venta productos cuya procedencia es dudosa.
