El ministerio de Salud de la provincia de Neuquén informó que, hasta la fecha, no se registran casos confirmados de sarampión en la región. Sin embargo, debido al aumento de brotes en otras provincias del país como Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y San Luis, las autoridades insisten en la importancia de completar los esquemas de vacunación para prevenir contagios.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede afectar a personas de todas las edades, pero representa un riesgo especialmente grave para niños menores de cinco años y personas con desnutrición. Las complicaciones pueden incluir neumonía, problemas neurológicos severos y, en los casos más graves, la muerte.
Cecilia Miranda, directora general de epidemiología del Ministerio de Salud, destacó que “en Neuquén no hay casos confirmados, pero es fundamental mantener los esquemas de vacunación completos y actualizados”. La vacunación es la única herramienta efectiva para evitar la enfermedad y sus consecuencias, ya que no existe un tratamiento antiviral específico.
El virus se transmite a través de gotas respiratorias expulsadas al hablar, toser o estornudar, y puede permanecer activo en el aire o sobre superficies hasta dos horas, lo que facilita su propagación.
Según el calendario nacional, los niños entre 12 meses y 4 años deben recibir al menos una dosis de vacuna triple viral, mientras que niños mayores, adolescentes y adultos necesitan dos dosis con componente contra sarampión y rubéola. Las personas nacidas antes de 1965 se consideran inmunes por exposición natural.
Desde Salud recuerdan que las vacunas son gratuitas y obligatorias, y se están aplicando con normalidad en toda la provincia.
En el plano nacional, el Boletín Epidemiológico informó que en lo que va del año se confirmaron 34 casos de sarampión, principalmente en Buenos Aires y CABA, con casos importados y de circulación comunitaria.
Además, debido a la circulación de otros virus respiratorios como la influenza A y H1N1, las autoridades recomiendan a los grupos de riesgo aplicar la vacuna antigripal para evitar complicaciones.
La prevención es responsabilidad de todos: mantener la vacunación al día protege a la comunidad, especialmente a quienes no pueden vacunarse por razones médicas.
