Este domingo por la mañana, numerosos vecinos de ambas ciudades se despertaron sin agua en sus viviendas. La situación se debió al congelamiento de tanques y cañerías ocasionado por las bajas temperaturas que se registraron durante la madrugada, con mínimas de -6 °C y una sensación térmica que alcanzó los -12 °C.
El fenómeno afectó especialmente a hogares con instalaciones expuestas o sin aislamiento térmico, lo que provocó que el agua se congelara en el interior de los conductos, interrumpiendo así el suministro en distintos sectores.
La ola polar que afecta a la región patagónica continuará durante la semana, por lo que las autoridades llaman a extremar cuidados, especialmente en los sectores más vulnerables.








