Además del raid delictivo del jueves, les atribuyen varios delitos violentos a Cristian Molina, Ángel Garnica y Alejandro Mardones González, pero “sus causas no llegan a juicio porque la gente les tiene temor” expuso la fiscal Marisa Czajka.
Durante la audiencia de formulación de cargos, la representante del Ministerio Público Fiscal dio datos precisos del robo de las dos camionetas del pasado jueves, seguido por el vuelco en Ruta 237 que permitió su captura.
Pero además reveló los antecedentes de los tres imputados para respaldar el pedido de prisión preventiva por el lapso de la investigación, aunque finalmente la jueza de Garantías, Patricia Lúpica Cristo, otorgó el cumplimiento de la medida por dos meses.
La fiscal apuntó principalmente contra Cristian Molina y Ángel Garnica como integrantes de una banda que “opera en barrio Belgrano” y remarcó que “los vecinos les tienen temor, por eso eso las denuncias no prosperan y pocas causas llegan a juicio”.
En ese sentido, recordó que Molina participó del homicidio en 2011, siendo menor de edad, y por el tratamiento de la causa la Justicia entendió que estaba en condiciones de reinsertarse en sociedad. El caso en cuestión fue el asesinato del médico Manuel Farías en el centro de salud del barrio Aeroparque, junto a Iván “Polaco” Barría, que por aquel entonces también era menor.
Con respecto a Garnica, en noviembre de 2018 un tribunal le dio una condena de ejecución condicional por un robo con armas, caratulado como doblemente calificado en poblado y en banda en grado de tentativa. A pesar de eso, se lo vincula a varios otros delitos en la zona oeste de Cutral Co.
En cuanto a Alejandro Mardones González, cuenta con una causa en proceso por robo calificado, con el agravante de que no compareció ante ningún llamado de Fiscalía, por lo que fue declarado en rebeldía para su captura y puesta a disposición de la justicia para la formulación de los cargos.
Respecto al hecho por el que se los investiga ahora, Czajka explicó que todo comenzó a las 5 de la mañana del pasado 9 de mayo, cuando un hombre salió de un festejo en su camioneta Ford Eco Sport de color azul a comprar bebidas en el oeste de Cutral Co.
En la zona de Rivadavia y Tucumán fue abordado por los tres imputados, que primero le pidieron que los lleve hasta el barrio Belgrano, pero ante la negativa lo atacaron y subieron por la fuerza. Así llegaron a la esquina de San Luis y Ejército Argentino, donde bajaron al conductor de la camioneta, lo golpearon con puñetazos, patadas y la culata del arma, y le quitaron las llaves para finalmente llevarse el vehículo.
Por el lapso de dos horas y media su paradero fue incierto, pero minutos antes de las 7, la comisaría 9° de Picun Leufu recibió el alerta sobre una camioneta sospechosa que descargaba elementos en una casa de la calle Malvinas Argentinas, en el barrio Portal de las Rosas; y luego de un siniestro con heridos en Ruta 237.
De acuerdo a la teoría de la fiscal, la vivienda en cuestión sería de la pareja de Ángel Garnica, donde luego realizarían un allanamiebto que terminó con el secuestro un arma de fuego. Después de pasar por allí, emprendieron el viaje de regreso a Cutral Co por Ruta 237, pero antes de llegar a Villa El Chocón, quedaron varados por falta de combustible.
Fue en esa situación cuando se produjo el segundo robo. Encendieron las balizas y hacían señas a los vehículos que pasaban en pedido de auxilio. Una mujer que viajaba desde Picun Leufu hacia Cipolletti en la camioneta de la empresa INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) frenó para auxiliarlos, creyendo que había ocurrido un accidente.
Primero pidieron que los remolcara con la camioneta, pero luego “uno abrió la puerta, subieron y la tomaron de los pelos y los brazos diciéndole ‘llévenos, no le vamos a hacer nada, nos van a agarrar’ relató Czajka.
La mujer intentó resistirse, pero finalmente lograron bajarla, la golpearon y la dejaron tirada sobre la Ruta, llevándose su celular y billetera que contenía 4 mil pesos y documentación personal, además de la camioneta y herramientas que había en el interior y la caja, valuadas en casi 30 mil pesos.
No obstante, perdieron el control a unos 5 kilómetros, cerca del paraje Arroyito, y volcaron sobre el margen sur posibilitando su captura. Policía pudo dar primero con la Eco Sport abandonada, luego con la empleada de INTA caminando por la banquina, y finalmente con los tres delincuentes heridos por el siniestro.
Entre sus pertenencias encontraron dinero y el celular de la última víctima.
Los tres son juzgados como coautores de robo con armas impropia en lugar poblado y en banda (por el robo de la Eco Sport), en concurso real con robo en despoblado y en banda (por el robo de la Ford Ranger).
Czajka aprovechó la ocasión para formular cargos contra Molina por un robo del pasado 30 de marzo en una verduleria de las calles Pernisek y Matorras, donde golpeó a un empleado con la culata de un arma y se llevo celulares, dinero y una camioneta Ducato. “Lo hago ahora porque en las veces que fue citado no se presentó” remarcó la fiscal.
Ante las pruebas presentadas, y con los antecedentes, la jueza Lúpica Cristo otorgó los 2 meses de prisión preventiva y luego, en una nueva audiencia, se evaluará si es necesaria la extensión o no de la medida.
“No sólo van a entorpecer la investigación sino que se van a fugar”, dijo Lúpica Cristo en sus fundamentos. Consideró que los tres sujetos actuaron con una “violencia desmedida e inusitada”.
La magistrada, en la audiencia de formulación de cargos señaló que “los imputados enfrentan una acusación robusta respecto de un delito que tiene una pena altísima” y especificó que la condena podría ser de hasta 35 años y que eventualmente se trata de un juicio que podría ser por jurado popular.
Tras la audiencia, los tres imputados iban a ser trasladados en principio al hospital local para que sean asistidos y luego enviados a la Unidad de Detención Nº 22.