Vecinas del barrio alimentan a Frodo y también le dan cobijo en sus viviendas. Todos lo conocen y por ello notaron su ausencia durante tres días.
Lo buscaron por todas partes hasta que una señora lo escuchó llorar en el patio de una casa que estaba desocupada momentáneamente.
Le pidió ayuda a los bomberos voluntarios que consiguieron comunicarse con los dueños de casa para pedir permiso para entrar al patio. Así pudieron rescatarlo.
El reencuentro entre la señora que lo buscaba y Frodo fue emocionante!!