Fue el martes, poco antes de las 8 cuando la policía advirtió a un Peugeot 207 de color gris que se desplazaba por la calle Mendoza y Olascoaga en el sentido contrario a la circulación.
Los uniformados lo siguieron y en Entre Ríos y Nolasco fueron interceptados. Iba el conductor y un acompañante. El conductor se negó a hacer el test de alcoholemia, según informó el comisario Eduardo Bravo. El otro hombre fue demorado porque empezó a agredir a los uniformados. Bravo recordó que negarse a hacer el test de alcoholemia equivale a una sanción porque se considera como si fuera positivo. Recordó que las multas son muy severas.