El gobernador Omar Gutiérrez participó esta tarde en Buenos Aires de la firma del acuerdo para la reactivación de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito. El acto lo encabezó el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa.
Se trata de un convenio específico para la conservación y mantenimiento de la planta, que tendrá vigencia hasta abril de 2025. La inversión estimada es de 19 mil millones de pesos y corre por cuenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Para Neuquén significa un paso importante, que permite poner en valor un activo estratégico que se construyó con una fuerte inversión del Estado, pero que había sido discontinuada en su operación en mayo de 2017. La firma permite darle valor al conocimiento que tiene Argentina en materia nuclear.
La firma del convenio le da mayores posibilidades a la reconversión de la segunda línea de producción. En la medida que exista una línea de producción funcionando, da mayores posibilidades a la segunda línea para reconvertirla y producir urea o amoníaco.
“El desarrollo e industrialización de Vaca Muerta y las oportunidades que brinda pueden ser propicios para garantizar que la PIAP vuelva a tener un rol protagónico”, señaló el gobernador y se refirió a una serie de “productos estratégicos” que se podrían sumar al agua pesada en un proyecto multipropósito, como “el amoníaco, los fertilizantes y el hidrógeno”.
Del acto también participaron el ministro de Energía y Recursos Naturales de la provincia, Alejandro Monteiro; la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón; la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis; el gerente general de la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), Alexander Berwyn; y el gobernador electo Rolando Figueroa.
Agua pesada
La producción de agua pesada tiene una demanda principal, que es el stock que se necesita en las centrales nucleares de Argentina para su reposición. Este alcanza un promedio de entre 10 y 12 toneladas por año. Con una línea de producción, la planta de agua pesada puede producir alrededor de 80 toneladas anuales.
Desde ENSI se ha llevado adelante un estudio técnico en el que se refleja la factibilidad para llevar adelante la producción de urea o amoniaco en una de las líneas de producción, con una inversión de varios cientos millones.
Hoy Latinoamérica importa más de cinco millones de toneladas de fertilizantes hidrogenados por año. La planta de agua pesada, con una línea de producción, puede producir un millón de toneladas. En este caso, Brasil es el principal importador.