El hecho ocurrió la semana pasada, cuando el subsecretario de Hacienda, Juan Carlos De Antoni, se quejó porque habían tapado la salida de su garage y reclamó armado con una pistola.
Luego de que la situación se hiciera pública (video de seguridad incluido), el empleado del casino fue despedido. Según la casa de juegos fue por no seguir el protocolo de avisar al personal de seguridad de la situación que se vivía.
Pero para el Partido Obrero ello no es más que “una vil excusa”. “Esto constituye un atropello laboral intolerable, ya que transforma a la víctima en victimario. El que violó toda medida de seguridad ha sido quien amenazó con un arma de fuego al empleado y otras personas”, se expresó en un comunicado.
Y agregaron “este despido demuestra que la patronal opta por mantener buenas relaciones con los funcionarios municipales, antes que proteger a sus trabajadores de un ataque armado. Es la patronal la que actúa con un nivel de cinismo y desprecio por la vida de sus trabajadores”.
Desde la izquierda también se pidió la reincorporación del trabajador despedido y se llamó a manifestarse en igual sentido a sindicatos y organizaciones populares.