El reclamo fue respaldado por agrupaciones y partido a políticos que impulsaron la junta de firmas contra el cierre de las oficinas.
La medida sería irreversible, ya que la obra social PAMI anunció mediante un comunicado de su sede central 10 oficinas del país cerrarían sus puertas. Entre ellas, la de Plaza Huincul.
Los argumentos del gobierno nacional para el cierre fueron “para optimizar el uso de recursos institucionales” y “alcanzar la eficacia y eficiencia”, aclarando que no habrá despidos, sino que los trabajadores serán “reubicados” en otras sedes de la obra social.
También hubo una movilización sobre los dos márgenes de la avenida y la entrega de folletos a los automovilistas, que apoyaron el reclamo con un bocinazo.