El paciente entró anoche por la guardia y después de cuatro horas de quirófano lograron salvarle la mano.
La guardia del hospital de Complejidad Media recibió anoche a un joven con un severo traumatismo por corte en el antebrazo derecho. La herida había sido provocada por un elemento como una pala.
“Llegó con una hemorragia aguda en shock. Se hace primero todo lo necesario para salvarle la vida y después se empieza a reparar en quirófano las partes vitales para que funcione”, explicó el cirujano Eduardo Serer.
Junto con su par Daniel Suárez, hicieron la primera parte de la reparación de las arterias (por donde corre la sangre) y luego la traumatóloga Carolina Domínguez se encargó de reparar los nervios y músculos del paciente.
Los cirujanos se dedicaron a la reparación de las arterias, mediante el uso del microscopio de alta tecnología que hace unos años se incorporó al hospital de Complejidad Media y que mediante las campañas de Caritas Felices Neuquinas, con el cirujano Claudio Angrigiani, se capacitan para utilizarlo.
Además, del microscopio, se cuenta con las dos pinzas para hacer la suturación que cada una de ellas cuesta 1.000 dólares, según explicó Serer.
“La microcirugía aportó complejidad al hospital, antes hacíamos intervenciones a simple vista y no podíamos tener los resultados que ahora si vamos a tener con este paciente. A través del microscopio vemos una arteria del tamaño de un pelo como si fuera una cañería”, dijo Serer
La traumatóloga Carolina Domínguez, indicó que una vez que la convocaron porque el paciente lo ingresa a quirófano para una limpieza quirúrgica. “Se evidencia que tiene un sangrado activo”, describió, por lo que el peligro era muy importante ya que perdía mucha sangre.
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Se convocó a los cirujanos que repararon las arterias luego siguió ella con la traumatológica. “Había una lesión en el nervio mediano que es uno de los más importantes de la mano y también se reparó esa lesión que tenía y de mi parte, muscular tendinosa todo se reparó a través de las suturas”, comentó.
“No es algo que esté en mi práctica diaria y no sé si lo hubiera hecho porque no tengo esa formación pero si sabía que el hospital tiene ese recurso (humano y de instrumental) de poder hacerlo”; aclaró.
El paciente hoy “está bien, con buen manejo de dolor, con relleno capilar presente y sensibilidad disminuida y hay que explorar otra vez”.
De no contar con este microscopio, el paciente hubiese tenido que ser derivado a Neuquén o a Buenos Aires y tal vez no hubiese llegado a tiempo para salvar la mano.