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Alegría boliviana

Dennis Rivera atraviesa un gran momento en Bermejo, por la segunda división del fútbol de Bolivia, pero sufrió un esguince de tobillo que lo dejará afuera de las canchas por 3 o 4 semanas. Sin embargo aprovechó la lesión para regresar a la comarca, visitar a su familia, ver a Rivadavia y hablar con 299Deportes.

“Estoy contento por el buen momento que estamos pasando, lo único difícil es estar lejos de la familia, pero es un sacrificio lindo para vivir esta experiencia de fútbol” contó en su paso por el Coloso del Ruca Quimey, donde asistió para ver al Tigre en la caída por 4 a 0 frente a Unión de Zapala. El delantero formado en Rivadavia y Alianza admitió que jugar de forma profesional “es un sueño cumplido” que cuenta con un plus, porque el Deportivo Bermejo dirigido por Raúl Musuruana vive un gran momento y pelea en dos frentes, el ascenso a primera división y la Copa Simón Bolivar.

Rivera señaló que la vida en Bolivia “es muy distinta, te cruzás con muchachos de otros países que están muy bien entrenados, pero lo que nos solucionó todo fue hacer una buena pretemporada, bajar los kilos demás y estar en buena forma”, ya que la mejora en su condición física fue de la mano con su rendimiento. Si bien los clubes de la comarca lo vieron como un volante creativo con buena llegada al gol, en el equipo Verde es 9 de área y comparte la posición con otros 3 jugadores. “Estamos muy firmes, somos cuatro delanteros y todos estamos en buen nivel, por eso rotamos tanto. Las veces que toca entrar hay que tratar de meterla” dijo.

El trabajo físico es una necesidad total, ya que al menos una vez al mes Bermejo viaja a la altura de Potosi o La Paz y “jugar en la altura es muy difícil, un pique y quedás liquidado, tenés que estar muy bien preparado para poder aguantarlo” relató.

Si bien el equipo avanza y el sábado consiguió el pase a semifinales de la Copa con la victoria por 2 a 0 sobre Wilsterman, Dennis estará fuera algunos días por el esguince en su tobillo, “tengo para 3 o 4 semanas pero trataremos de hacer lo posible para estar rápido de vuelta y llegar a la final”, aunque, a su manera y desde Cutral Co, sigue pendiente a los resultados.

El regreso temporal a Cutral Co no solo le permitió ponerse al día con su familia, sino visitar al club que lo formó y con el que jugó Copa Neuquén y Lifune entre 2016 y 2017 para brindar su apoyo y “tratar de inculcarle a los demás chicos que nunca bajen los brazos y sigan adelante”, para cumplir el sueño de ser profesional.

Respecto a su futuro, apuntó que está enfocado en conseguir el ascenso con Bermejo, pero a la vez “estoy tranquilo, dejo todo en las manos de Dios”.

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