Los hechos de violencia de género no dejan de sorprender. En este caso el hombre recién había comenzado una relación pero llegó rápidamente a la instancia de los golpes.
Fue el sábado a las 5:30 en el sector de barrio Progreso, donde los vecinos dieron el aviso que una mujer estaba siendo agredido por su pareja. Al llegar al lugar, el hombre de 39 años estaba muy alterado y se ofuscó más cuando vio a los uniformados.
Y lejos de calmarse con un vidrio que tomó le cortó la mano a uno de los efectivos que intentaba demorarlo. Se supo además que su expareja, de 45 años también había sido lastimada.
No había denuncia previa porque la relación tenía relativamente poco tiempo de iniciada, según se indicó.