En un escrito formal, la jueza Silvina Arancibia aclaró que desde el Juzgado buscaron “a la familia extensiva” de la niña de dos años que es reclamada por su abuelo, pero que no encontraron a nadie.
Según la jueza, la pequeña no tenía DNI, no había registro de identidad y tampoco se le habían hecho ni controles médicos, ni libreta de salud o cualquier otro elemento que permita su identificación o protección. La mamá se la había dejado a sus dos medios hermanos pero vivían en una situación de extrema pobreza y vulnerabilidad.
A propuesta de los tíos se buscó a una persona que vivía en Cutral Co para que la cuidara, pero la devolvió por razones personales. Si bien en varios puntos del escrito la jueza Arancibia argumenta que nadie de su familia se presentó, en ningún momento informa que se hayan puesto en contacto con el abuelo de la niña, que vive en Las Coloradas. El hombre quiere realizar una caminata para que le restituyan a su nieta.
Según la cronología judicial, se buscó el 28 de octubre a una familia en el Registro Único de Adoptantes y se le otorgó la guarda provisoria a una familia que “acredita haber sido debidamente evaluada y con condiciones favorables para sostener la medida dispuesta”. Un mes después de esa medida apareció el abuelo.
La jueza Arancibia considera que el abuelo optó por difundir una versión de los hechos que dista notablemente de la realidad, con el consecuente perjuicio para la niña.