Se supo que un operario del establecimiento de cría porcina “Amanecer” perdió una de sus manos en un trágico accidente. La mano no pudo ser reimplantada por las graves lesiones. El hombre pudo salvar su vida.
En principio se supo que el hombre operaba una maquinaria que muele el alimento para los animales, que requiere de un manejo muy precavido. Si bien el miembro cercenado también se llevó al hospital, fue imposible implantarlo porque estaba en muy mal estado.
En la guardia del hospital se realizó la atención más urgente, se detuvo la hemorragia y se cerró, luego fue trasladado hasta el Sanatorio Huincul, donde se debía atender por determinación de la ART. El hombre tendrá por delante una larga recuperación, pero salvó su vida.
Cecilia Soberon