Dos personas fallecieron en la última semana en distintas situaciones pero con dos factores comunes, el alcoholismo y la falta de asistencia.
María Elena Paladino, secretaria de Desarrollo Social en Cutral Co, señaló que son al menos 4 personas las que se encuentran en situación de calle y aunque el número real parece ser ampliamente superior, la cifra oficial preocupa para las dimensiones de la ciudad.
Cutral Co no cuenta con un espacio adecuado para la asistencia a personas en situación de calle o con adicciones. “No tenemos un lugar para esta gente y en el hospital tampoco los reciben porque no quieren salir de la situación que pasan en el alcohol” manifestó Paladino, pese a que tanto Cutral Co como Plaza Huincul debatieron y trataron proyectos para la creación de centros de asistencia a los adictos y refugios nocturnos. El debate se dio en los concejos deliberantes y no hubo consenso suficiente para la creación de un refugio de noche.
El lunes pasado Gustavo Cañupan de 40 años fue hallado sin vida en las puertas de la propia secretaría de Desarrollo Social tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Tanto el personal como la funcionaria admitieron que habitualmente dormía en el sector (donde se quemaban residuos patógenos en el ex hospital Aldo Maulú) y también en el cajero de Banco Macro, pero que se negaba a recibir ayuda y solo pedía dinero. Cañupan tenía 40 años pero desde joven padecía de alcoholismo y fue esa misma adicción la que contribuyó a terminar con su vida.
Tres días después Pablo Pereyra, de 35 años se quitó la vida en cercanías de las vías. Allegados comentaron que también vagaba por las calles y las estaciones de servicio en busca de dinero; y que deambulaba por distintos lugares para pasar la noche. El sereno del complejo Mapuche fue el último en verlo con vida y confió a este medio que no advirtió a nadie sobre su ingreso al predio porque “lo vi que tambaleaba, como si estuviera alcoholizado e imaginé que buscaba un refugio para dormir”.
En julio de 2015 Antonio Giménez Barriga falleció por un problema cardiaco en la plaza Jorge Aguila, lugar donde habitualmente pasaba las noches entre cartones y mantas; en ese mismo lugar, pero 6 meses atrás (noviembre de 2014) el linyera bautizado “Monito” por los vecinos de barrio Brentana fue hallado sin vida en similares circunstancias.
En los últimos dos años cuatro personas murieron afectados por su adicción al alcohol, que los deja en el desamparo familiar y sin dinero. Tal vez porque el consumo de alcohol está aceptado socialmente aunque genere borracheras, no se advierte que es un problema social que requiere de atención porque lleva a la muerte.
Piero Di Lena