Raúl “Popeye” Rodríguez recibió la pena de 11 años y 6 meses de prisión por el homicidio agravado de Nestor Oliveri. Para la familia de la víctima la condena es baja, mientras que la defensa insiste en probar la inocencia del procesado.
“Va a ser difícil llevar esta defensa porque estamos convencidos de que Rodríguez no es culpable del delito por el que lo culpan” dijo el abogado Lucero al inicio de la audiencia de fijación de pena esta mañana, en la Fiscalía Única de Cutral Co. Rodríguez fue hallado responsable en mayo del crimen de Olivieri y si bien no cumplía prisión preventiva por estos días, fue sentenciado a una condena de 11 años y 6 meses de prisión efectiva bajo la caratula de homicidio agravado; pena que deberá aguardar a las impugnaciones del próximo 2 de agosto, ya que la defensa mantiene la firme postura de que Rodríguez no solo no fue el autor de los disparos que terminaron con la vida de Olivieri, sino que ni siquiera estuvo en el lugar del hecho.
La fiscalía, representada por Marisa Czajka, sostuvo el planteo en el historial de hechos que involucran a Rodríguez con el uso de armas, y en las repercusiones en la familia de Olivieri por su pérdida, con el agravante de que 6 pequeños perdieron a su padre. El pedido original fue de 15 años con una reducción de 13, pero la determinación final de los jueces se basó en las declaraciones de Luis Peralta, secretario de Servicios Públicos de Plaza Huincul; y Mario Martínez, vecinalista que compartió una gestión con “Popeye” en el barrio Otaño. Ambos coincidieron que se trataba de una persona correcta en el ámbito laboral.
Tras la audiencia, la familia de Oliveri se retiró entre lágrimas y a la espera de que el próximo 2 de agosto quede firme o al menos la Justicia defina el cumplimiento de prisión para el homicida. “No nos vamos conformes, 11 años no devuelven a mi hijo y no sabemos que hacer, 6 niños quedaron huérfanos” dijo la madre de la víctima tras la decisión del tribunal.
Piero Di Lena